Tras un tercer robo en nuestro recinto en Kidal, la noche del lunes 26 de junio, y un intento de robo dos días antes en nuestro almacén, hemos decidido suspender todas nuestras actividades en esta región del norte de Mali.
En Kidal, asistíamos a la población de la ciudad y la periferia a través del apoyo a varios centros de salud con medicamentos y personal, llevábamos a cabo clínicas móviles en las zonas más alejadas, y apoyábamos el sistema de referencias de los casos más graves.
“Teniendo en cuenta que este es el tercer robo en poco menos de un mes y que el intento de robo al almacén fue violento, nos vemos forzados a suspender todas nuestras actividades hasta que las podamos llevar a cabo de una forma segura. Es una decisión difícil porque la ayuda humanitaria sigue siendo esencial en la región de Kidal y somos una de las pocas organizaciones que trabajan sobre el terreno”, explica Mari Carmen Viñoles, nuestra responsable de proyectos en el Sahel.
“Mantenemos nuestro compromiso con la población de Kidal y pedimos a las autoridades locales que aseguren que se respeta el trabajo de las organizaciones humanitarias y la misión médica para reanudar nuestras actividades”.
Inseguridad e impunidad
La inseguridad es un problema general en la región de Kidal e incidentes similares han afectado a varias ONG en los últimos meses. Además, los criminales actúan con total impunidad ya que ninguno de los últimos robos ha sido resuelto. Este tipo de actos criminales comprometen seriamente la asistencia a las personas que más lo necesitan.
Trabajamos en Kidal desde 2015 con el fin de garantizar el acceso a servicios básicos de salud en varias áreas de la región. En 2016, realizamos 19.052 consultas médicas y 3.370 consultas prenatales, asistimos 149 partos, y vacunamos a 13.882 niños de 6 meses a 15 años contra el sarampión. Además, en 2016, 16.633 niños de 3 a 59 meses recibieron tratamiento preventivo contra la malaria.
25 años en Mali
Llegamos por primera vez a Mali en 1992. Actualmente, nuestros equipos trabajan en el distrito de Ansongo (región de Gao), en el distrito de Koutiala (región de Sikasso), y en los distritos de Ténenkou y Douentza (región Mopti), sobre todo apoyando la atención materna y pediátrica. Además, acabamos de finalizar nuestro apoyo al hospital regional de Tombuctú donde trabajábamos desde 2012.