Llevamos casi tres décadas apoyando y ejecutando proyectos médicos en Mozambique, un país situado al sur de África. Durante 20 de esos años, nuestros equipos han estado ajustando estrategias para ayudar a las comunidades que se enfrentan a la epidemia del VIH, especialmente en la capital, Maputo.
En esta región urbana, establecimos un proyecto crucial centrado en el VIH, la tuberculosis y la hepatitis viral crónica. En la provincia de Nampula, nuestros programas actuales se centran en la atención a personas con enfermedades olvidadas.
¿Cuáles son los principales problemas que atraviesa Mozambique?
Mozambique es uno de los dos países de mayor riesgo del sur de África y se encuentra entre los 10 primeros países del mundo en cuanto a crisis climáticas extremas.
Asimismo, Nampula, es una de las regiones con uno de los índices de pobreza más elevados y sufre algunos de los peores indicadores educativos y sanitarios del país. La zona se enfrenta a una alta prevalencia de enfermedades tropicales desatendidas, que actualmente carecen de atención específica.
Nuestro proyecto médico-humanitario en Mozambique
Desde 2022, en colaboración con el Ministerio de Sanidad, nuestros equipos llevan a cabo un proyecto en el distrito de Mogovolas, en la provincia de Nampula, situada en el norte de Mozambique y a unos 2.000 kilómetros de Maputo.
El proyecto pretende abordar las carencias del sistema sanitario en materia de prevención, diagnóstico y tratamiento de determinadas enfermedades tropicales desatendidas, como la filariasis linfática y la esquistosomiasis, así como de enfermedades transmitidas por vectores, como la malaria y el dengue.
Nuestros equipos también participan activamente en iniciativas nacionales de vigilancia y prevención de epidemias, como el Plan Nacional de Eliminación del Cólera.
A su vez, participamos en la preparación para catástrofes, en particular fenómenos meteorológicos extremos como los ciclones.
La ayuda se potencia en comunidad
El proyecto que estamos llevando adelante en el distrito de Mogovolas está diseñado para ser integral, proporcionando asistencia médica, agua y saneamiento, y actividades de promoción de la salud en las comunidades a las que servimos. Aún no se ha implantado la atención a la salud mental, pero estamos ayudando activamente al apoyo entre iguales dentro de los grupos de autocuidado.
“Las personas como socios» es, a su vez, una estrategia integral de nuestro proyecto. Este planteamiento nos permite debatir y organizar los servicios junto con la comunidad, incluso a través de un comité directivo.
Nuestros equipos están trabajando para mejorar el seguimiento y la notificación de las enfermedades tropicales desatendidas en el distrito. Con los datos disponibles, hemos cartografiado e intentado seleccionar las comunidades con mayor carga de estas enfermedades.
Del mismo modo, se puso en marcha una estrategia para ofrecer un paquete completo de actividades de promoción de la salud, médicas, de agua y saneamiento, involucrando a los principales representantes de la comunidad y a los líderes locales en el comité directivo.
Implicar a la comunidad significa que sus miembros colaboran activamente con nuestros equipos para evaluar sus necesidades sanitarias, identificar obstáculos, proponer soluciones adaptadas y sostenibles y supervisar las actividades.
Aunque la erradicación de ciertas enfermedades tropicales desatendidas requiere un enfoque multisectorial, que incluya el compromiso con las autoridades y la administración masiva de medicamentos, la gestión integrada de la morbilidad también es una parte esencial de nuestro paquete de asistencia sanitaria. Este modelo de atención puede ser reproducido por otros socios humanitarios y por el Ministerio de Sanidad.
Capacitar a las comunidades para aumentar la ayuda médica
Nuestro proyecto en Nampula se basa en un enfoque centrado en el paciente y en el compromiso con las comunidades locales. La inclusión es un elemento clave de nuestro trabajo: nuestros equipos trabajan con los pacientes como socios, considerándolos parte del equipo.
Otra prioridad es capacitar al personal contratado localmente. Como empleador responsable, nos comprometemos a ofrecer nuevas oportunidades y retos que permitan a nuestros equipos crear capacidades y desarrollar nuevas habilidades.
La participación activa de nuestro personal en la definición de las orientaciones y actividades del proyecto de Nampula es crucial. Facilitamos espacios de diálogo, debate y reflexión a nivel de proyecto para recabar las opiniones de todos, llegar a un entendimiento común y acordar el camino a seguir mediante talleres y reuniones.
Además, ofrecemos una amplia gama de oportunidades de formación para los equipos, tanto en línea como en el proyecto, que incluyen coaching y mentoring.
Asegurar que nuestro personal esté bien formado garantiza la calidad de la atención prestada. Además, confiar responsabilidades a los equipos garantiza la sostenibilidad y continuidad de esa atención de calidad.