Médicos Sin Fronteras ha llegado a un acuerdo con las autoridades afganas para poner en marcha actividades en dos hospitales. La organización médica y humanitaria tiene previsto empezar a trabajar en septiembre en el hospital provincial de Helmand en Lashkar Gah, y en el hospital del distrito de Arzan Qimat, en la provincia de Kabul.
Para su trabajo en Afganistán, Médicos Sin Fronteras no aceptará fondos de ningún gobierno y ha decidido depender únicamente de donaciones privadas, salvaguardando así su independencia de poderes políticos y militares.
No disponemos de información fiable sobre hasta qué punto funciona la atención sanitaria en Afganistán en este momento, declara Michiel Hofman, Jefe de Misión de Médicos Sin Fronteras. Los altos niveles de inseguridad hacen que sea prácticamente imposible monitorizar lo que va bien y lo que no. Basándonos en nuestra investigación y nuestros muchos contactos en el país, hemos llegado a la conclusión de que un gran número de afganos necesitan de forma apremiante acceder a atención sanitaria. La intensidad del conflicto provoca muchos heridos y desplazados y acarrea un desbaratamiento de los servicios, lo que a su vez se suma a la crisis sanitaria que afecta algunas partes del país. Por consiguiente, como organización humanitaria especializada en emergencias, hemos decidido que debemos volver a trabajar en Afganistán.
El hospital Boost en Lashkar Gah es una de las estructuras de salud clave en el sur de Afganistán, una región que se ha visto gravemente afectada por el incesante conflicto. Aunque el edificio se encuentra en buen estado y hay personal disponible, el hospital recibe poco apoyo y no puede prestar los servicios secundarios de salud más básicos. Médicos Sin Fronteras pretende revitalizar el hospital para que pueda proporcionar un paquete integral de atención médica, incluyendo medicina de urgencia, cirugía, manejo de enfermedades infecciosas y atención a la salud reproductiva.
El hospital Ahmed Shah Baba en Arzan Qimat, en el distrito 12 de Kabul, ha sido designado como estructura de referencia. La población de Kabul se ha multiplicado por más de dos en los últimos seis años, sobre todo como consecuencia de los desplazamientos internos y el regreso de los refugiados que no tienen a donde ir. No obstante, a pesar de este boom demográfico, se ha invertido muy poco en servicios básicos de salud para estos grupos vulnerables. Médicos Sin Fronteras prestará apoyo al hospital Ahmed Shah Baba a todos los niveles, desde la atención médica a la formación y la gestión.
En partes importantes de Afganistán hoy, aquellas personas que buscan atención médica tienen que depender de clínicas privadas, en las que a menudo deben pagar importes prohibitivos por las consultas, el tratamiento y los medicamentos, añade Hofman. Un elementos clave en nuestro enfoque en ambos hospitales será dispensar servicios médicos de forma gratuita, para una población que ya debe luchar por sobrevivir en medio de una incesante e intensa violencia.
Médicos Sin Fronteras firmó un acuerdo para los dos hospitales con el Ministerio de Salud Pública el pasado martes 30 de junio. El regreso de Médicos Sin Fronteras a Afganistán marca el final de cinco años de ausencia, tras el asesinato de cinco de sus trabajadores humanitarios en la provincia de Badghis el 2 de junio de 2004.