Médicos Sin Fronteras (MSF) suspende temporalmente sus actividades en un centro quirúrgico de Adén, tras la irrupción en el hospital de un grupo de hombres armados la noche del pasado lunes para intentar llevarse por la fuerza a un paciente que estaba siendo atendido de urgencia.
El personal de MSF hizo todo lo que pudo para asegurar la atención médica y la protección del paciente, conforme a la ley internacional y las normas de hospitalidad que tanto valora la comunidad yemení. La vulneración de la seguridad de las instalaciones y el personal de MSF ha obligado a la organización a suspender temporalmente sus actividades, a la espera de que las autoridades esclarezcan lo ocurrido y aseguren que no ha sido más que un incidente desafortunado y aislado.
Los hechos del pasado lunes son una violación flagrante de la garantía de tratamiento seguro para todos los pacientes dentro de las estructuras médicas en las que trabaja MSF. La organización médico-humanitaria prohíbe estrictamente la entrada de armas en todas las estructuras de salud y considera este último incidente una transgresión de las leyes y acuerdos que regulan las estructuras hospitalarias y la misión médica.
Desde abril de este año, MSF ha estado gestionando un centro quirúrgico de urgencias dentro del complejo hospitalario Al Wahda de la ciudad de Adén, en el sur de Yemen. El equipo ha atendido gratuitamente a más de 200 pacientes en los últimos dos meses, el 80% de los cuales han ingresado con traumatismos a causa de la violencia, sobre todo heridas de bala y quemaduras por explosiones de bombas, incluidos mujeres y niños. MSF practica una media de siete intervenciones quirúrgicas vitales cada día. La mitad de los pacientes proceden de Adén y los demás llegan referidos principalmente desde las ciudades de Jaar y Lawdar, en la vecina gobernación de Abyan. Los pacientes son atendidos independientemente de su filiación política o confesión religiosa.
MSF intenta trabajar de forma constructiva con los líderes comunitarios y las autoridades locales para asegurar que este tipo de incidentes no vuelvan a ocurrir. Como organización médica imparcial e independiente, la única preocupación de MSF es poder dar la mejor atención médica posible a sus pacientes.
La organización apela a todas las partes en Yemen a suscribir los principios del Derecho Internacional Humanitario y de la ética médica universal que piden el respeto y la protección de las estructuras sanitarias y de su personal, que trata a pacientes independientemente de su raza, filiación política o grupo étnico.
MSF trabaja en Yemen desde 1986 y de forma ininterrumpida desde 2007. Además de en las gobernaciones de Adén, Abyan, Ad Dhali y Al Baydha, la organización lleva a cabo actividades médicas y quirúrgicas en las gobernaciones de Amran y Hajja, en el norte del país. La organización no acepta fondos de ningún gobierno para financiar sus proyectos en Yemen, que dependen únicamente de donaciones privadas.