Por primera vez en Myanmar, pacientes de retinitis por citomegalovirus (CMV), una enfermedad oportunista vinculada a VIH/sida que puede causar ceguera permanente, han empezado a recibir tratamiento oral. Aunque este medicamento está disponible desde 2001 en los países desarrollados, hasta ahora en Myanamar la única opción de tratamiento eran inyecciones semanales aplicadas en el ojo, un procedimiento muy incómodo para el paciente que requiere contar con médicos minuciosamente capacitados.
Después de años de negociación sobre el precio del medicamento con la compañía farmacéutica Roche, MSF administra valganciclovir, una píldora diaria durante un período máximo de seis meses, a sus pacientes de Dawei, al sur de Myanmar. Es la primera vez que MSF ha podido usar este medicamento en uno de sus proyectos de VIH/sida en el mundo. Todos los pacientes de MSF diagnosticados con retinitis por CMV en Myanmar recibirán valganciclovir en 2015.
Aunque se trata de un paso muy positivo es mejor tanto para los pacientes, como para el personal sanitario queda mucho por hacer para reducir el precio y ampliar el acceso a este medicamento crucial, explica la Dra. Jennifer Cohn, directora médica de la Campaña de Acceso a Medicamentos Esenciales de MSF. El precio negociado con Roche es de aproximadamente 280 dólares por 60 tabletas, y hasta 1.960 dólares por paciente para un tratamiento de 27 semanas. Esto está claramente fuera del alcance de muchos pacientes en países donde el CMV es endémico. Para MSF, el precio del valganciclovir debe reducirse aún más, especialmente mediante la competencia genérica con otras compañías farmacéuticas.
Antes de la llegada del tratamiento antirretroviral para VIH/sida en los países desarrollados, la retinitis por CMV afectaba aproximadamente a un tercio de las personas viviendo con sida. Esta enfermedad es ahora poco frecuente en pacientes con VIH/sida en Europa o Estados Unidos, donde el valganciclovir ha sido durante mucho tiempo el tratamiento estándar y se ha demostrado más efectivo que el método por inyección.
Sin embargo, los índices de la enfermedad siguen siendo altos en varios países en desarrollo, por el acceso más pobre al diagnóstico y tratamiento de la enfermedad. En Myanmar, el porcentaje de pacientes de VIH/sida gravemente enfermos con retinitis por CMV llega al 25%.
Ma Khin Khin, madre de cuatro hijos, fue diagnosticada VIH-positiva y con retinitis por CMV en febrero. Ella ha sido una de los primeros pacientes en recibir el medicamento oral en Myanmar. No sentí ningún efecto secundario y me siento mejor ahora, dice Ma Khin Khin. Antes no era así, tenía que estar acostada todo el tiempo. Pero ahora puedo ir a todos lados por mis propios medios. Incluso he recuperado la visión y puedo leer los mensajes de texto de mi teléfono móvil.
Tenemos el medicamento para reducir drásticamente el sufrimiento y la ceguera causados por esta enfermedad en países de bajos recursos y alta carga de VIH de todo el mundo, explica Marcelo Fernández, coordinador médico de MSF. El tratamiento actual no es aceptable en países de rentas altas; y debemos actuar ahora para que también sea parte del pasado en países de rentas bajas.
El tratamiento de la retinitis por CMV todavía no está incluido en las guías de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la gestión del VIH en entornos con recursos limitados. MSF insta a la OMS a corregir estas directrices y a fomentar su adopción en los protocolos de tratamiento nacionales.
Hasta el momento, MSF ha tratado a cuatro pacientes con valganciclovir en Dawei con excelentes resultados. MSF comenzó a tratar la retinitis por CMV en Myanmar en 2006, y desde entonces, 1.130 pacientes han recibido tratamiento con inyecciones intraoculares. MSF también ha formado a más de 40 médicos en el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad.