Declarada por las autoridades sanitarias desde el 11 de mayo, la epidemia de cólera que actualmente asola el norte del país ha afectado ya a más de 240 personas, que han recibido tratamiento de manos de Médicos Sin Fronteras (MSF). Hay que lamentar tres muertes. MSF ha abierto dos centros de tratamiento de cólera en las localidades de Mangaïzé y Ayorou, a 150 y 200 kilómetros al norte de la capital de Níger, Niamey.
Tras la aparición de los primeros casos, MSF de inmediato abrió un centro de tratamiento de cólera (CTC), explica Benoit Kayembé, Jefe de Misión de MSF en Níger. Actualmente tenemos 100 camas en Ayorou y otras 50 en Mangaïzé. Además de tratar la enfermedad rehidratando a los pacientes, nuestros equipos organizan campañas de sensibilización en las aldeas afectadas, se aseguran de tratar los puntos de agua en las comunidades y buscan activamente los casos de cólera, añade el Dr. Kayembé. Los pacientes provienen de los campos de refugiados malienses y sobre todo de las comunidades locales.
Temor de propagación a otras regiones
Actualmente MSF es el único actor médico que se ocupa de los enfermos. A la organización le preocupa la proximidad del foco de cólera con el río Níger, que fluye del norte hacia la capital, situada en el sur. Podemos esperar una propagación de los casos hacia Niamey, teme Benoit Kayembé. La zona ya había sufrido cólera el año pasado. Los desplazamientos de población favorecen la dispersión de los casos hacia otras regiones del país.
Las actividades de MSF en Níger
MSF y sus contrapartes trabajan en estrecha colaboración con el Ministerio de Salud Pública en el campo de la desnutrición infantil, la atención pediátrica y la salud materna en muchos centros de salud y hospitales de las regiones de Maradi, Tahoua, Zinder y Agadez. MSF también dispensa atención médica a las poblaciones de migrantes o de desplazados en la región de Agadez. MSF apoya a las autoridades sanitarias en su respuesta a las emergencias.