Un equipo de logistas de Médicos Sin Fronteras (MSF) ha intervenido en la construcción de un campo de tránsito con capacidad para acoger a más de 1.000 personas en la zona de Idomeni, en Grecia, junto a la frontera con la Antigua República Yugoslava de Macedonia (ARYM). MSF ha instalado cuatro tiendas de 240 metros cuadrados y otras dos de 45 metros cuadrados destinadas a ser empleadas para facilitar atención médica. El campo también está equipado con instalaciones de suministro de agua y saneamiento. Las nuevas estructuras servirán para acoger a los miles de refugiados y migrantes que transitan y cruzan por la zona cada día.
Como Idomeni es una localidad pequeña, remota y con limitada capacidad de acogida y de atención, refugiados y migrantes se enfrentan a unas condiciones de recepción miserables. Muchos de ellos, como último recurso, se ubican en el bosque o en la estación de tren, donde carecen de refugio, comida y servicios de higiene y saneamiento. Con la llegada del invierno, estas personas van a tener que hacer frente a condiciones más duras. En las últimas fechas, los equipos de MSF han sido testigos de un aumento dramático en el número de refugiados que cruzan la frontera cada día. Hubo jornadas en las que más de 5.000 personas pasaron por la zona .
«Después de muchos meses de esfuerzos coordinados y de negociaciones con las autoridades, nos satisface haber logrado crear este campo de tránsito para refugiados y migrantes«, afirma Antonis Rigas, coordinador del proyecto de MSF en Idomeni. «Asistimos al cierre de fronteras de otros países europeos por lo que tememos que se produzca un efecto dominó que lleve a la Antigua República Yugoslava de Macedonia a adoptar la misma postura. El nuevo campamento es un paso positivo hacia la mejora de las instalaciones de alojamiento e higiene para las personas en tránsito en el caso de que éstas queden atascadas aquí«.
El 21 de agosto, ARYM decidió cerrar temporalmente su frontera con Grecia, lo que se tradujo en una situación caótica en Idomeni. Más de 3.000 personas fueron violentamente rechazadas por los guardias fronterizos macedonios y resultaron atrapados durante días sin acceso a refugio, saneamiento y alimentos.
«Las escenas impactantes que vimos en agosto fueron el resultado de medidas extremas para evitar que personas desesperadas que huyen de la violencia y de la guerra crucen fronteras en búsqueda de seguridad y protección”, recuerda Aurelie Ponthieu, asesora humanitaria de Desplazamiento de MSF.
«Pero el cierre de las fronteras y el uso de la violencia no es una solución y lo único que provoca es una crisis humanitaria al otro lado de las vallas».
Desde abril de 2015, MSF facilita atención médica y psicológica y proporciona artículos de primera necesidad en el área de Idomeni, en la frontera entre Grecia y la Antigua República Yugoslava de Macedonia (ARYM). Del 3 de abril y hasta el 31 de agosto, MSF ha brindado atención primaria de salud a 4.060 personas y ha derivado a 53 pacientes a los hospitales próximos. 3.906 personas han participado en las consultas de salud mental individual y grupal. Los equipos también han distribuido 7.918 artículos de auxilio como productos de higiene, alimentos con alto contenido energético, mantas y medias.