Médicos Sin Fronteras (MSF) muestra su preocupación por el elevado precio que la compañía farmacéutica Otskuka ha puesto al delamanid, un nuevo y prometedor fármaco contra la tuberculosis. La compañía japonesa ha afirmado que este medicamento estará disponible en algunos países en vías de desarrollo a un precio de 1.700 dólares por ciclo de tratamiento, lo cual lo convierte en un producto completamente inaccesible para la mayoría de los cientos de miles de personas que lo necesitarían.
El delamanid es uno de los dos únicos medicamentos para el tratamiento de la tuberculosis que han salido al mercado en los últimos 50 años, y es efectivo contra las cepas más letales de la enfermedad, entre las que se incluyen aquellas que son resistentes a la mayoría de fármacos: la tuberculosis multirresistente (TB-MDR) y la tuberculosis extremadamente resistente (TB-XDR), una enfermedad que cuenta con tasas de mortalidad de hasta el 90%.
Para tratar eficazmente los distintos tipos de tuberculosis resistente a los medicamentos, el delamanid debe ser administrado junto a varias combinaciones de medicamentos. Los regímenes que no incluían el delamanid ya costaban entre 1.000 y 4.500 dólares por ciclo de tratamiento, dependiendo de los precios de los medicamentos en cada uno de los países en desarrollo y del régimen que necesitara cada paciente. Si estos precios ya eran de por sí prohibitivos para los Gobiernos de los países en vías de desarrollo, ahora, con los 1.700 dólares de más que tendrían que pagar por el delamanid, tratar a los pacientes de tuberculosis se convertirá en un lujo fuera del alcance de la inmensa mayoría de ellos.
Por ello, MSF pide que se establezca un precio máximo de 500 dólares por ciclo de tratamiento completo contra la tuberculosis resistente a los medicamentos y que este incluya todos los medicamentos disponibles, incluidos los de última generación. La organización médico humanitaria advierte de que esta sería la única manera para que dicho tratamiento sea verdaderamente accesible para todos aquellos que lo necesitan.
Los países que reciben financiación por parte del Fondo Mundial de lucha contra el Sida, Tuberculosis y la Malaria (FMSTM) comprarán el delamanid a un precio de 1.700 dólares por ciclo de tratamiento a través del Servicio Mundial de Adquisición de Medicamentos (GDF), un mecanismo de la ONU para la adquisición de medicamentos contra la tuberculosis. Pero esto sólo será posible cuando el fármaco ya esté registrado en dicho país o cuando su Gobierno haya decretado las exenciones aduaneras correspondientes.
A día de hoy, Otsuka ha registrado el uso de delamanid en sólo cuatro países (Alemania, Japón, Corea del Sur y Reino Unido), ninguno de los cuales tiene una alta carga de TB-MDR o de TB-XDR.
MSF ha pedido a Otsuka que registre el delamanid en los países que tienen una mayor carga de la enfermedad y en todos aquellos donde se llevaron a cabo los ensayos clínicos del fármaco. Sin embargo, el acuerdo entre el FMSTM y la compañía deja fuera a los países que no son financiados por el FMSTM, incluidos algunos de los que cuentan con una mayor incidencia de la enfermedad, como sería el caso de Rusia o de Filipinas.
“Los países que tienen una mayor carga de pacientes con tuberculosis resistente deberían empezar a tratar al mayor número posible de personas con los fármacos más efectivos del mercado. Sin embargo, a día de hoy, el delamanid no es asequible ni está disponible en la mayoría de estos países”, explica el Dr. Grania Brigden, responsable de tuberculosis en la Campaña de Acceso a medicamentos de MSF. “Si quieren que sea accesible para más personas, el precio del delamanid tiene que bajar; es así de sencillo. Otsuka tiene el deber moral de registrar rápidamente el delamanid en todos los países donde se han llevado a cabo los ensayos clínicos, así como en los países que cuentan con mayores cargas de tuberculosis resistente a los medicamentos.
Si la gente no puede acceder a delamanid, la efectividad de este prometedor nuevo fármaco no tendrá ningún valor y los avances médicos no servirán para nada”.
Se estima que dos tercios del casi medio millón de personas que adquiere fármacos contra los distintos tipos de tuberculosis resistente podrían beneficiarse del delamanid. Sin embargo, desde que fuera aprobado hace más de dos años, sólo 180 personas han recibido el tratamiento. “Otsuka debería darse cuenta de que la prioridad consiste en ayudar a que cientos de miles de personas intenten salvar su vidas con la ayuda del delamanid”, explica el Dr. Brigden. “Hay que hacer todo lo posible para garantizar que todos los pacientes afectados por tuberculosis puedan beneficiarse de este nuevo y prometedor tratamiento. Y esto no es lo que estamos viendo hoy en día”.
MSF ha estado asistiendo a personas con tuberculosis durante los últimos 30 años y lleva tratando a pacientes con diferentes grados de tuberculosis resistente desde 1999. MSF es una de las organizaciones que trata más pacientes de tuberculosis resistente a medicamentos en todo el mundo. En 2014, la organización trató más de 23.000 pacientes con tuberculosis, incluidos 1.800 pacientes con tuberculosis resistente a los medicamentos. MSF pretende ampliar el uso del delamanid en sus programas y por ello, en diciembre de 2015, aceptó una donación de delamanid por parte de Otsuka, que le permitirá utilizar el medicamento tanto en sus proyectos de tuberculosis como en los proyectos del partenariado endTB.