Como consecuencia de las nuevas medidas tomadas por los gobiernos de Eslovenia, Croacia, Serbia y la Antigua República Yugoslava de Macedonia (ARYM) de permitir la entrada en sus territorios sólo a personas de ciertas nacionalidades, cientos de personas en tránsito se encuentran varadas en las fronteras de Grecia, ARYM y Serbia con escasa información sobre sus derechos, sus posibles sus perspectivas y un acceso insuficiente a la asistencia humanitaria.
Médicos Sin Fronteras (MSF) está preocupada por las consecuencias médicas y humanitarias de las nuevas políticas sobre las fronteras e insta a Europa y a los gobiernos de los estados de los Balcanes Occidentales a cumplir con sus obligaciones de protección y permitan a las organizaciones humanitarias a proporcionar asistencia adecuada a aquellos que la requieren.
“La situación ya era dramática antes de que esta selección arbitraria se pusiera en marcha” afirma Stefano Argenziano, coordinador de las Operaciones de Migración de MSF. “Durante meses hemos estado exigiendo a las autoridades medidas concretas para garantizar vías legales y seguras. No sólo hemos visto una respuesta a todas luces insuficiente, sino que la capacidad de los actores humanitarios de proporcionar refugios y apoyo a la población está siendo limitada por bloqueos impuestos por las autoridades nacionales y locales”.
Grecia
La situación es particularmente tensa en el campo de tránsito de Idomeni, donde cerca de 1.500 personas (casi todas con nacionalidades a las que se impide la entrada) se encuentran bloqueadas en la frontera con ARYM, sin información sobre sus siguientes opciones y con una provisión de alimentos procedente, únicamente, de organizaciones de voluntarios. Todos los días llegan nuevos autobuses y se prevé el número de personas se incremente de forma considerable en los próximos días. MSF ha instalado 20 tiendas de campaña que ya están dando refugio a unas 900 personas y está lista para incrementar la capacidad con otras ocho tiendas más. Sin embargo, esta ampliación de la asistencia humanitaria está encontrando resistencias por parte de las autoridades nacionales y locales.
Los equipos médicos están trabajando los siete días de la semana y ya han observado un aumento de las necesidades sanitarias en los grupos de personas que se encuentran bloqueadas en el punto fronterizo. En concreto, nuestros psicólogos han advertido un aumento importante en el número de ataques de pánico y autolesiones que presencian diariamente. Estos episodios son consecuencia directa de las condiciones extremas en la frontera y de la continua incertidumbre sobre su futuro.
“La mayoría de estas personas han emprendido un viaje largo y arduo para llegar a este punto, han arriesgado sus vidas y han dejado atrás todo lo que tenían”, dice Antonis Rigas, coordinador de MSF en Idomeni. “Resulta indispensable que las autoridades griegas no les generen más sufrimiento limitando la capacidad de los actores humanitarios de responder y cubrir sus necesidades humanitarias básicas”.
Serbia
En Preveso, a 10 kilómetros de la frontera con ARYM, se ha impedido a decenas de personas acceder al centro de registro en función de sus nacionalidades, viéndose obligadas a pasar la noche en la intemperie, expuestas a bajas temperaturas. Entre ellos se encontraba una mujer afgana embarazada que carecía de documentación.
En la localidad de Sid, en la frontera con Croacia, unas 350 personas se encuentran bloqueadas tras la implementación de las nuevas políticas. Algunas nos explican que han cruzado la frontera con Croacia pero la policía les ha obligado a regresar a Serbia. Varias de ellas mostraron signos de abusos e informaron al equipo de MSF que la policía de frontera croata les había golpeado y amenazado.
“Estos nuevos métodos de segregación por nacionalidad pueden producir efectos dramáticos. Tememos que una parte de las personas en tránsito se vean forzadas a entrar de nuevo clandestinamente de forma que no tendrán acceso a ningún tipo de asistencia humanitaria”, explica Stephane Moissaing, coordinador general de MSF en Serbia. “Estas políticas fuerzan a la población a tomar vías más peligrosas y, efectivamente, la pone en manos de los traficantes y expone a futuras violaciones y extorsiones”.
Una selección y clasificación arbitraria con preocupantes efectos humanitarios
Durante meses, MSF ha denunciado la falta de coordinación en la respuesta humanitaria, una respuesta que sigue siendo incapaz de cubrir las necesidades básicas en materia de refugio para los miles de refugiados y migrantes que cruzan la ruta de los Balcanes en busca de seguridad. “El paso autorizado a través de los Balcanes ha sido la única respuesta realista al fracaso del sistema de asilo europeo y a la incapacidad griega de ofrecer asistencia y protección” recalca Aurelie Ponthieu, asesora Humanitaria en Desplazamientos de MSF. “Este repentino cambio de políticas, puestas en marcha sin ninguna consideración de la protección de las personas, ni las necesidades médicas o de refugio, muestra una vez más la incapacidad de los países europeos y de los estados de los Balcanes Occidentales de dar soluciones coherentes y humanitarias a las necesidades desesperadas de la población en busca protección”.
En Idomeni, Grecia, MSF ha llevado a cabo 10.000 consultas médicas desde el inicio de sus actividades en abril. MSF gestiona la provisión de agua y saneamiento en el campo de Idomeni y trabaja con otros actores para ofrecer asistencia básica y comida caliente a los refugiados. MSF también trabaja en las islas de Lesbos, Samos, Leros, Kos, Kalimnos y Agatonisi donde los equipos brindan cuidados médicos, distribuyen productos no alimenticios y facilitan refugio a miles de refugiados y migrantes que cruzan el Mar Egeo. En total, nuestros equipos han facilitado atención sanitaria a cerca de 59.000 personas en Grecia. MSF también ofrece primeros cuidados psicológicos a víctimas de naufragios.
En Serbia, los equipos de MSF realizan unas 1.200 consultas médicas a la semana. Desde diciembre, han facilitado un total de 28.232 consultas. En Presevo, MSF ha instalado varias tiendas para que puedan descansar las familias más vulnerables. Asimismo, el equipo proporciona el transporte a familias con niños pequeños, ancianos o personas con discapacidad en la frontera. En la frontera croata, MSF está construyendo varias tiendas adaptadas al invierno de 240 metros cuadrados.