El sábado 26 de septiembre la violencia estalló nuevamente en Bangui, capital de la República Centroafricana (RCA), después del asesinato de un hombre musulmán durante la madrugada.
Los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) en el terreno pusieron en marcha un dispositivo de emergencia para responder a la afluencia de heridos en las tres ubicaciones del proyecto: el campo de Mpoko, el Hospital Castor y el Hospital General.
MSF recibió un total de 75 pacientes heridos y realizó 15 intervenciones quirúrgicas.
«No se habían producido actos de violencia de esta magnitud en Bangui desde el pasado mes de octubre», subraya Emmanuel Lampaert, coordinador general de MSF en la República Centroafricana. «Todos nuestros equipos se han movilizado y han trabajado intensamente para atender a los heridos. Seguimos de cerca la situación en caso de que se produzcan nuevos actos de violencia«.
En 24 horas, se registraron más de 100 heridos y 21 muertes, pero la cifra final de muertos podría ser mayor. Muchos edificios de la ciudad también han sido destruidos o dañados.