¿Por qué Médicos Sin Fronteras (MSF) se opone al acuerdo entre Turquía y la Unión Europea (UE)?
Básicamente, por tres razones: en primer lugar, el acuerdo va en contra del derecho que tiene toda persona a solicitar asilo. En medio de la mayor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial, la propia UE está borrando del mapa el concepto de asilo y pretende tercerizar esa responsabilidad en Turquía, un país ya desbordado con tres millones de refugiados en su territorio. En segundo lugar, el acuerdo corrompe el concepto de ayuda humanitaria utilizándolo como moneda de cambio a condición de un control de fronteras. Sin dudas hay necesidades que cubrir en Turquía, pero el envío de fondos no puede ser a cambio de “frenar a los refugiados”. Y por último, el acuerdo sienta un precedente muy peligroso para el resto del mundo: básicamente está diciendo que los países pueden pagar a otros para no tener que dar asilo a quienes escapan de la guerra.
¿Qué pasaría si otros países lo replicaran?
Si otros países lo replican, el concepto de “refugiado” dejará de existir. Las personas se quedarán atrapadas en zonas en guerra sin poder huir para salvar su vida y las de sus familias, sin otra opción que quedarse y morir. No hace mucho tuvimos la noticia de 28 personas que murieron en un bombardeo de un campo de desplazados cerca de Idlib, en Siria, por lo que está claro en estos lugares ya no existe el concepto de “zona segura”. Parece que Europa se hubiera olvidado de lo que vivió en la Segunda Guerra Mundial…
¿Qué es lo que está pidiendo MSF a los Estados de la UE?
Lo que Médicos Sin Fronteras pide es que estén a la altura de la crisis. Que respondan a su responsabilidad legal y moral. Un cambio en la política hacia las personas solicitantes de asilo, refugiados y migrantes. En lugar de esconder el sufrimiento fuera de sus fronteras, Europa debería respetar los acuerdos internacionales firmados en materia de asilo y aceptar a esta gente para que al menos tengan una oportunidad real de solicitarlo. Estas personas se merecen un trato digno. Pedimos que la ayuda humanitaria provista por la UE y sus Estados miembros se base en las necesidades de las personas. No puede ser una condición a cambio de un acuerdo político. El financiamiento de la ayuda no puede depender de un régimen de control de fronteras.
¿Qué opción debería darse en lugar de este acuerdo?
Establecer vías seguras y legales de entrada en Europa para las personas que buscan asilo: visas humanitarias, requerimientos más simples que permitan no sólo a las personas dejar atrás el infierno del que huyen sino relocalizarse y poder reestablecer una vida junto a sus familias. Europa tiene los medios para hacerlo. Pero esta es hoy una crisis mucho más global. Hay ejemplos de otros países que ya han mostrado su solidaridad de manera significativa, por lo que sería bueno que más países siguieran su ejemplo, por qué no, incluso aquí en América Latina.