Desde mediados de agosto MSF ha admitido a más de 300 pacientes en el centro y ha llevado a cabo más de 150 operaciones. La gran mayoría de las heridas son producto directo del conflicto (disparos de tanques, bombas). La mayoría de los pacientes son hombres pero uno de cada diez son mujeres y uno de cada cinco menores de veinte años. De acuerdo con el equipo médico dos tercios de los procedimientos médicos han sido cirugías de urgencia.
El futuro del proyecto es, sin embargo, incierto. Además del hecho de que MSF está trabajando sin autorización del gobierno sirio, nuestras actividades se encuentran amenazadas por la naturaleza cambiante del conflicto, las dificultades de suministro y los problemas que afrontan los heridos para poder llegar al hospital.
Teniendo en cuenta el nivel de violencia existente en Siria hoy, el equipo de MSF, con personal internacional y nacional, sólo puede proveer un limitado apoyo médico. La asistencia es, sin embargo, esencial para la supervivencia de la gente tratada en el hospital.
Para Anna Nowak, Nelly Dilworth y Brian Moller, miembros de MSF, han vuelto ahora de Siria. Sus testimonios son muestra del uso de artillería pesada y de la violencia de una guerra que no discrimina a los civiles.
Además del proyecto quirúrgico, MSF distribuye medicinas y otros suministros médicos en Siria. A pesar de las dificultades para acceder al país, MSF está preparada para atender a todas las víctimas del conflicto y continuamos expandiendo nuestras actividades en Siria y en los países vecinos. Por el momento, MSF admite una media de 50 sirios en el proyecto de cirugía reconstructiva en Ammán, Jordania. También ofrecemos apoyo psicológico y atención primaria a los refugiados sirios en Líbano.