Un hospital en el norte de Siria apoyado por Médicos Sin Fronteras (MSF) fue bombardeado el 25 de marzo pasado, causando la muerte de dos personas y trece heridos.
Alrededor de las 18 hs, el hospital Latamneh, ubicado en el norte de la gobernación de Hama, fue alcanzado por una bomba lanzada desde un helicóptero que golpeó la entrada de la instalación. La información recogida por el personal sanitario del hospital sugiere que se usaron armas químicas.
Inmediatamente después del impacto, los pacientes y el personal médico reportaron haber sufrido severos síntomas respiratorios y quemaduras en las membranas mucosas. Estos síntomas son compatibles con los que se presentan tras un ataque con armas de estas características.
Dos personas murieron como resultado del ataque, incluyendo al Dr. Darwish, cirujano ortopedista del hospital, y 13 personas fueron transferidas para recibir tratamiento en otras instalaciones.
“Con la pérdida del Dr. Darwish ahora sólo quedan dos cirujanos ortopédicos para atender a una población de alrededor de 120.000 personas”, declara Massimiliano Rebaudengo, jefe de misión de MSF en el norte de Siria.
Tras el ataque, el hospital quedó fuera de funcionamiento durante tres días. Pero luego de este período, la sala de urgencias volvió a abrirse.
El hospital de Latamneh se encuentra a unos cuantos kilómetros de la línea de combate entre el gobierno y las fuerzas de oposición, y proporciona atención médica a una población de aproximadamente 8.000 personas. Antes del ataque, el hospital tenía una sala de urgencias, un departamento de hospitalización y proporcionaba servicios de cirugía general y ortopédica.
“Pese a estar prohibido por el Derecho Internacional Humanitario, los bombardeos a hospitales siguen siendo una práctica común en Siria y los servicios de atención médica han resultado gravemente afectados debido a estos repetidos ataques”, dice Rebaudengo.
A pesar de que en enero comenzó una nueva ronda de negociaciones de paz entre las partes en conflicto, se están llevando a cabo un incremento de los combates en varios frentes. En el norte de la gobernación de Hama, 40.000 personas han huido recientemente de sus hogares a causa de los enfrentamientos.
Durante el último año, MSF ha recibido reportes de al menos 71 ataques en 32 instalaciones médicas diferentes que la organización gestiona o apoya dentro de Siria. Como fue el caso del ataque del 22 de febrero pasado, cuando una instalación médica apoyada por MSF en la gobernación de Idlib fue alcanzada por misiles. Seis personas murieron y 33 resultaron heridas.
MSF gestiona de forma directa cuatro instalaciones médicas en el norte de Siria y apoya a más de 150 centros médicos a lo largo del país.