La intensificación de los combates y bombardeos durante la última semana en el distrito sirio de Azaz, ubicada al norte de la provincia de Alepo y fronteriza con Turquía, amenaza las pocas estructuras sanitarias que aún funcionan en la región, entre ellas el único hospital de MSF en la provincia. Además, ha paralizado la llegada de la ya escasa ayuda humanitaria que reciben más de medio millón de personas en Azaz y el Este de la ciudad de Alepo.
El hospital de MSF en el distrito de Azaz es una de las principales estructuras sanitarias del norte de la provincia de Alepo. El centro incluye hospitalización, cirugía, unidad de urgencias y maternidad.
En octubre, MSF recibió información sobre bombardeos a 12 hospitales en el norte de Siria, incluidos seis que reciben apoyo de la organización. En las dos últimas semanas otros dos centros con apoyo de MSF han sido bombardeados: en Zafrana, en la provincia de Homs, y en Erbin, en las afueras de Damasco. “Viendo la frecuencia de este bombardeo de hospitales, estamos extremadamente preocupados por la seguridad de los pacientes y del personal sanitario”, dijo Francisco.
La intensificación de combates y ataques aéreos en el distrito de Azaz también está a punto de cortar la carretera que une Alepo y Kilis, en Turquía, una vía clave para el suministro de la zona. “En los últimos días varios convoyes han sido bombardeados y, el pasado jueves, un camión que iba a recoger kits de invierno para llevarlos a Alepo recibió varios disparos”, explicó Francisco. MSF tuvo que paralizar durante el fin de semana el transporte de este material, destinado a ayudar a cerca 40.000 personas a sobrevivir a las bajas temperaturas en la región. “Además, por esta carretera pasa casi toda la comida, combustible y ayuda humanitaria para las 600.000 personas que viven en el distrito de Azaz y en el este de la ciudad de Alepo. Y los hospitales y puestos de salud dependen de los medicamentos que se envían por aquí”, denunció el coordinador general.
MSF reitera a todas las partes en el conflicto sirio que deben realizar todos los esfuerzos necesarios para evitar víctimas civiles y la destrucción de infraestructuras esenciales, como los hospitales. Deben cesar los ataques contra centros médicos, que se han multiplicado en las últimas semanas y han causado cientos de víctimas, incluyendo mujeres, niños y personal médico. Además, MSF exige que se tomen todas las medidas necesarias para garantizar el transporte de suministros básicos para garantizar comida, agua, refugio y atención médica a la población de la zona.
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El hospital de MSF en el distrito de Azaz atendió entre junio y octubre 23.000 consultas, recibió a más 11.000 personas en urgencias y en él se practicaron un millar de cirugías. Además, MSF apoya a 35 hospitales y centros de salud en el distrito de Azaz y el Este de la ciudad de Alepo.
En el conjunto de Siria, MSF gestiona seis centros médicos y apoya directamente a más de 150 puestos de salud y hospitales de campaña de todo el país, con especial atención en las zonas sitiadas. MSF proporciona medicamentos y equipamiento médico, apoyo técnico y formación a distancia para ayudar a los médicos sirios a enfrentarse a unas necesidades médicas extremas.