Unos 6,8 millones de personas necesitan ayuda humanitaria urgente tanto en Siria como en los países vecinos. Los frentes de batalla continúan moviéndose. El sistema sanitario ha quedado reducido a escombros y hay poblaciones enteras aisladas y sin asistencia.
Pese a las dificultades para trabajar en el país, MSF gestiona ahora cinco hospitales en Siria y está aumentando las clínicas móviles alrededor de algunos de estos centros. Además, la organización humanitaria está intentando abrir nuevos proyectos allá donde la seguridad lo permita.
MSF tan solo acepta donativos privados para trabajar en Siria con el objetivo de mantener su independencia.
Los equipos de MSF también trabajan en los países vecinos – Irak, Jordania, Líbano y Turquía -, donde se han refugiado 1,5 millones de sirios. Estos países se han visto abrumados por la cantidad de refugiados y la respuesta humanitaria desplegada hasta ahora es insuficiente para satisfacer sus necesidades.
Actividades dentro de Siria
En Siria, MSF está intentando aumentar su actividad humanitaria, pero esta se limita de momento a cinco áreas restringidas del país en la que los equipos han tenido el espacio y la suficiente seguridad para ofrecer servicios médicos de calidad. Mientras continúa la negociación con Damasco para acceder a las áreas controladas por el Gobierno, por el momento MSF tan solo puede trabajar en las zonas bajo dominio de la oposición armada.
Cerca de Alepo, un hospital de MSF ha efectuado casi 15.000 consultas y 446 operaciones quirúrgicas. Los equipos médicos han atendido unos 600 partos. En un campo de tránsito pegado a la frontera turca, MSF ha distribuido esterillas, utensilios de cocina y kits de higiene para las familias desplazadas por el conflicto. También ha vacunado a más de 3.300 niños de sarampión y ha aplicado medidas de agua y saneamiento. Varios centros médicos de la provincia de Alepo han recibido donaciones médicas de MSF. Otro equipo de la organización humanitaria instaló un banco de sangre (ahora gestionado por doctores sirios) para abastecer hospitales de la zona.
En la provincia de Idlib, MSF tiene dos hospitales. Estamos permanentemente preparados para la llegada masiva de heridos, pero no es nuestra actividad diaria más importante, explica Alex Buchmann, coordinador de terreno de uno de los hospitales que acaba de volver de su misión. Los servicios médicos que funcionan en la zona están centrados en los heridos de guerra, así que para la gente con embarazos, enfermedades crónicas, fiebres u otras enfermedades las únicas opciones son nuestro hospital y las clínicas móviles. A veces, también hay heridos, pero siempre hay enfermedades que necesitan tratamiento, cuenta Buchmann.
El otro hospital de MSF en la zona ha efectuado más de 1.300 operaciones, la mayoría a causa de heridas de guerra, y unos 3.700 pacientes han sido atendidos en la sala de urgencias, entre ellos pacientes con quemaduras de accidentes causados por sistemas de calefacción precarios. También hay cuidados fisioterapéuticos para los pacientes después de la cirugía. MSF sigue aumentando su apoyo a las estructuras médicas en la región: cuatro hospitales de campaña y 19 puestos avanzados están recibiendo suministros médicos.
Para mejorar la situación sanitaria del campo de desplazados en la región, MSF ha construido 50 letrinas y 40 duchas y ha distribuido 350 tiendas de campaña. Unos 3.300 niños de menos de cinco años fueron vacunados de polio y 2.000 de sarampión.
En la provincia de Al Raqqah, los combates y los bombardeos han causado el desplazamiento de la población en la zona. Los edificios públicos y muchos hogares están repletos de desplazados y los sistemas de agua y saneamiento funcionan por encima de su capacidad. MSF detectó 400 casos de sarampión, señal de que el sistema de salud se está colapsando. En abril, MSF abrió una clínica de atención primaria en el distrito de Tal Abyad, donde también ofrece atención prenatal.
En marzo, MSF abrió también una clínica en la provincia de Al Hasaka, rica en petróleo y con considerable presencia de la comunidad kurda. MSF tiene servicios de traumatología y ofrece cuidados postoperatorios.
Los equipos de la organización humanitaria también trabajan en clínicas móviles y algunos de los proyectos tienen consultas de salud mental, muy necesarias después de más de dos años de un conflicto devastador. MSF está también muy implicada en el envío de suministros médicos a hospitales y clínicas a ambos lados del conflicto, incluido Alepo, Al Raqqah, Damasco, Deir Ezzor, Deraa, Hama y Homs.