Todas las partes del conflicto en Siria deben respetar a los pacientes, el personal y los centros médicos, pide la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) a dos años del comienzo de las protestas en el país árabe.
El llamamiento llega después de que el 24 de enero un misil impactara a tan solo 800 metros de un hospital de campaña de MSF en la provincia de Alepo, aunque no se registraron víctimas. En el mismo centro, 20 heridos fueron tratados tras un ataque aéreo contra un mercado registrado el día 13 de enero en la localidad de Azaz, cerca de la frontera turca.
El deterioro de la seguridad en la provincia de Alepo está debilitando los esfuerzos para ofrecer ayuda médica. MSF sigue comprometida a asistir a la población siria pese al auge del conflicto ya los recientes episodios de violencia en las áreas donde están trabajando sus equipos médicos.
El creciente número de ataques en esta zona puede socavar nuestra capacidad para llevar a cabo actividades médicas, constata Teresa Sancristóval, responsable de la unidad de emergencias de MSF. Desde que empezamos a trabajar en Siria, hemos intentando encontrar lugares seguros para tratar a la población. Las mujeres y los niños están pagando un precio muy alto en esta guerra, añade.
MSF sigue tratando a los heridos a causa de la violencia, pero estos son solo la punta del iceberg de una crisis humanitaria que está afectando a prácticamente todas las secciones de la sociedad. Además de los heridos y de las víctimas directas de la violencia, el conflicto está afectando a los más vulnerables, en concreto a las personas con enfermedades crónicas, las mujeres y los niños, lamenta Miriam Alía, coordinadora médica de MSF.
Entre las embarazadas, los abortos espontáneos y los partos prematuros están aumentando debido al estrés causado por el conflicto. Las mujeres que antes iban a un hospital para dar a luz se han encontrado ahora con un acceso precario a servicios médicos gratuitos. El centro de MSF en Alepo es uno de los pocos en la zona que ofrece asistencia médica a las embarazadas y los niños recién nacidos.
Cada día hay mujeres que buscan ayuda médica y dan a luz en nuestro centro, explica Sancristóval; y amplía: Los partos han pasado de 56 en noviembre a más de 150 en las primeras tres semanas de enero. En lo que va del mes, MSF ha tratado a 15 niños nacidos de forma prematura, muchos de los cuales necesitan atención especializada que solo se encuentra al otro lado de la frontera con Turquía.
Los equipos de MSF están ofreciendo atención de urgencias, obstétrica y primaria en Siria. Desde junio de 2012 a enero de 2013, llevaron a cabo más de 10.000 consultas y 900 operaciones quirúrgicas. La organización ha intentado conseguir el acceso a las zonas donde las necesidades humanitarias son más urgentes desde que las protestas empezaron en Siria hace casi dos años. Sin embargo, el alcance de las actividades de MSF en Siria sigue siendo limitado debido a la inseguridad y las restricciones. Durante meses, MSF ha pedido autorización oficial para asistir a los sirios que viven en las zonas controladas por el Gobierno, por el momento sin éxito.