El número de refugiados sudaneses en Yida ha crecido más del triple desde abril. Las lluvias han empeorado las condiciones de agua y saneamiento de este campo ya desbordado, donde la mortalidad hospitalaria y el número de niños ingresados se han doblado en un mes. MSF refuerza sus actividades para cubrir las crecientes necesidades médicas de la población.
Cada día 500 nuevos refugiados se suman a los 63.500 acogidos en el campo de Yida, pensado inicialmente para unas 15.000 personas. Los refugiados llegan a este campo del estado sursudanés de Unidad en muy malas condiciones, tras caminar días o semanas a través de las montañas Nuba para escapar del conflicto y la inseguridad alimentaria en el estado de Kordofán del Sur, en el vecino Sudán.
Médicos Sin Fronteras (MSF), la principal organización médica en el campo de Yida, gestiona un hospital y un puesto de salud, y ofrece asistencia médica en el punto de registro de los refugiados recién llegados. La mayoría de nuestros pacientes se encuentran en estado de shock y la mortalidad hospitalaria aumenta a medida que crece la población en el campo, explica el Dr. Mego Terzian, responsable de emergencias de MSF. Dado el gran número de pacientes, tenemos que centrarnos en los que están más graves y en niños con diarreas, infecciones graves y desnutrición.
Gran parte de los pacientes del hospital son menores de 5 años. El número de niños ingresados ha pasado de 104 a 209 en un mes. También ha aumentado el porcentaje de casos de desnutrición infantil y la mortalidad en el centro hospitalario se ha doblado, pasando del 7 al 15%, principalmente por diarreas e infecciones graves como la neumonía. Los equipos de MSF hacen todo lo posible para enseñar a los padres a reconocer los síntomas que deben alertarles para llevar a sus hijos al hospital lo antes posible.
Instalaciones y suministros insuficientes
El número de refugiados en Yida ha crecido más del triple desde el mes de abril. Con el inicio de la estación de lluvias, el suministro de agua y las instalaciones de saneamiento son insuficientes. Pese a los esfuerzos de las organizaciones que trabajan en el campo, las condiciones de recepción y de vida de los 63.500 refugiados son totalmente inadecuadas.
La mayoría de consultas atendidas por nuestros equipos médicos son por enfermedades transmitidas por el agua, que podrían evitarse si hubiera letrinas suficientes y acceso a agua potable, cuenta André Heller-Perache, coordinador general de MSF en Sudán del Sur.
Para responder al constante aumento de las necesidades, MSF ha habilitado tres tiendas suplementarias en el hospital para ampliar su capacidad a 60 camas y ha reforzado sus equipos, que ya suman más de 80 personas.
La organización trabaja en Yida desde noviembre de 2011. El equipo vacunó en junio a más de 14.000 niños menores de 15 años de sarampión y sigue vacunando a los niños de 6 meses a 5 años que llegan al campo. Otros equipos de MSF trabajan en los campos de refugiados del vecino estado del Alto Nilo, en el noreste de Sudán del Sur, y en otros lugares a lo largo de la frontera con Sudán para dar asistencia a los refugiados.