Las dificultades persiguen a los refugiados sursudaneses hasta Darfur Oriental
«No teníamos comida, ni trabajo, y terminamos sin hogar; mi casa fue totalmente destruida por la lluvia, fue en ese entonces cuando tuve que irme con mis niños de cinco y seis meses de edad. Tuve que dejar a mi hijo de nueve años atrás porque no podía pagar el boleto de autobús para los cuatro «. Amel es una mujer de Gok Mashar, Sudán del Sur, que ahora se encuentra en el campo de refugiados de Kario, Darfur Oriental, en Sudán.
«Vine al campo de Kario con la esperanza de que la situación mejorara, pero estuve viviendo con mis hijos en esta tienda de recepción con todos los recién llegados desde hace un mes, todavía sin un refugio adecuado».
El centro de recepción del campo de refugiados de Kario es la primera parada para los recién llegados de Sudán del Sur que esperan alojarse allí. La unidad de registro del campo recibe a refugiados todos los días, la mayoría de ellos provenientes de Sudán del Sur.
El equipo móvil de MSF asiste al campo dos veces a la semana para evaluar las condiciones de salud de los recién llegados: se proporcionan servicios de vacunación, detección de desnutrición y de referencia a las instalaciones de Médicos Sin Fronteras en Kario.
Los sursudaneses regresan a Sudán
La violencia y el conflicto en Sudán del Sur han desplazado a millones de personas, aproximadamente un tercio de la población ha huido de sus hogares. Muchos de los habitantes de Darfur Oriental han huido de Sudán para dirigirse a Sudán del Sur tras la independencia de 2011, pero ahora se vieron obligados a regresar como resultado del actual conflicto.
Actualmente hay más de 750.000 refugiados de Sudán del Sur en Sudán, de acuerdo con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Alrededor de 100.000 de ellos se encuentran en Darfur Oriental, donde en julio de 2017, MSF estableció su hospital en el campo de Kario. Este campo es el asentamiento de refugiados más grande en Darfur Oriental, y hoy alberga alrededor de 20.000 refugiados.
Vanessa Rossi, coordinadora de terreno de MSF en Darfur Oriental describió las condiciones de vida de los refugiados en el campo de Kario: «La mayoría de ellos no tienen un ingreso regular, a veces trabajan en las granjas con los lugareños, pero es un trabajo estacional, por supuesto. Están viviendo en refugios hechos de materiales como madera y pasto. Por lo general, familias grandes de 5 a 10 personas viven en un pequeño refugio en un espacio muy concurrido. El campo está lleno en este momento, las personas comparten las letrinas fuera de sus casas, que están sucias y rodeadas de lodo. La temporada de lluvias se acerca, y será muy larga y difícil. Tanto en el campo como en el exterior habrá muchos pantanos y charcos con agua estancada «.
Las condiciones de vida en el campo de Kario son preocupantes. Las personas no tienen suficiente comida, y esto afecta especialmente a los niños y las madres embarazadas y lactantes. Si la situación continúa, existe una alta probabilidad de que los casos de desnutrición severa aumenten, especialmente al comienzo de la temporada de escasez, entre mayo y octubre.
«Debido al calor y el polvo, tenemos muchos casos de infecciones del tracto respiratorio superior, especialmente entre niños menores de cinco años, además de neumonía, deshidratación y algunos casos de la malaria”, comenta Mohamed Zakria, médico de MSF, sobre la situación de salud en el campo.
“También tratamos muchos casos de sepsis neonatal, una infección de sangre bacteriana en los bebés recién nacidos; y sepsis puerperal, que es una infección genital que ocurre durante o después del parto. Esto sucede porque muchos partos ocurren en el hogar sin las condiciones higiénicas adecuadas. Necesitamos trabajar más sobre la educación para la salud en el campo y en la comunidad local «, concluye.
El impacto positivo del proyecto de MSF en el campo de Kario
«Los servicios de salud de MSF están disponibles y accesibles para los refugiados y la población local en Kario. La presencia de MSF en esta región es esencial para la prevención y la respuesta a las necesidades de salud de la población”, comentó Ibrahim Korina, líder de la comunidad sudanesa en la unidad administrativa de Kario y uno de los representantes de la comunidad, cuando fue consultado sobre los servicios de MSF en el campo.
MSF comenzó su intervención en Kario en julio de 2017, durante el brote de diarrea aguda. La organización humanitaria inmediatamente abrió y gestionó centros de tratamiento con capacidad de 20 camas, hasta que disminuyó el número de casos. Mientras tanto, MSF convirtió el Centro de Salud de Kario en un hospital en el que se brindan servicios gratuitos de atención primaria y secundaria, que incluyen programas de maternidad, nutrición y vacunación que benefician a casi 40.000 personas que viven en el área.
El centro de salud realiza entre 200 y 300 consultas por día en el departamento de pacientes ambulatorios, incluyendo a refugiados e integrantes de la comunidad de acogida. El departamento de hospitalización tiene capacidad de 20 camas, y los casos de urgencias son derivados al hospital de la ciudad de Ed-Daein.
Dar Alnaeem, de 20 años, vive en el pueblo de Kario. Ella dice: «En el pasado, solíamos dar a luz a nuestros bebés en casa, con la asistencia de una partera tradicional de nuestra comunidad, porque no había un centro de salud disponible en el área. Cuando supe de la apertura de una unidad de maternidad en el centro de MSF, decidí dar a luz aquí, es más seguro. Después del parto estuve bajo observación con mi bebé durante 24 horas, así es como descubrimos que debía permanecer en el centro para el seguimiento «.
Desde el brote de diarrea aguda del año pasado, la prevención es una de las mayores preocupaciones de MSF. “Al menos cuando estamos presentes aquí podemos detectar cualquier brote y aplicar rápidamente las medidas necesarias, para prevenir transmisiones futuras y brotes potenciales”, comenta Vanessa.
En diciembre, MSF vacunó a 19.000 niños contra el sarampión durante una campaña de inmunización que duró una semana. Diariamente, un equipo de 25 trabajadores comunitarios camina por el campo y propaga mensajes de referentes a la prevención de enfermedades.
El hospital de MSF en Kario está mejorando y expandiendo sus servicios de salud para cubrir las necesidades del creciente número de pacientes.
Pero a pesar de la mejora en el acceso a la atención médica, las condiciones de vida para las personas en el campo siguen siendo precarias. Existen algunas preocupaciones sobre hasta qué punto se están satisfaciendo las necesidades básicas como la comida, el acceso a letrinas y agua potable, a los servicios de saneamiento y un refugio adecuado.
Especialmente en el centro de recepción, las condiciones de vida deshumanizantes están teniendo un impacto en la salud mental de las personas. Es por eso que otros actores humanitarios deberían mejorar la calidad de sus servicios y asegurar que existan mecanismos de monitoreo adecuados para evaluar las actividades y su impacto. Actualmente, la ayuda que se brinda en Kario está muy por debajo de los estándares humanitarios.