La mayoría suelen ser somalíes que huyen de la guerra y de la persecución en su país. Sin embargo, en este último viaje, el 60 por ciento de los sobrevivientes son de Etiopía, y el resto de Somalia.
Los equipos de Médicos sin Fronteras (MSF) asistieron a 164 personas que llegaron a la playa del sur de Yemen el pasado día 1 de diciembre después de un duro viaje de dos días en barcos que salieron desde Somalia. Al menos 24 personas murieron durante el viaje. La mayoría de los cuerpos fueron encontrados el domingo en la playa, y otros fueron descubiertos ayer.
Un total de 195 refugiados y migrantes hicieron la travesía en dos embarcaciones abarrotadas que desembarcaron desde la ciudad portuaria de Bossasso en la región de Puntlandia del norte de Somalia. Los traficantes forzaron a la gente a lanzarse al mar a 400 metros de la costa Yemen. MSF atendió a algunos sobrervivientes de heridas de arma blanca. Los traficantes les apuñalaron cuando se negaron a saltar al agua cuando aún estaban en alta mar lejos de la costa.
Muchas personas llegan de forma rutinaria a las costas del sur de Yemen. La mayoría de pasajeros suelen ser somalíes que huyen de la guerra y de la persecución en su país. Algunos etíopes también dicen estar escapando de la persecución y la violencia en algunas zonas de su país. Desde principios de año, 350 personas han muerto intentando cruzar aunque el dato probablemente sea demasiado bajo ya que algunos cuerpos se quedan en el mar y algunos son enterrados rápidamente por la población local sin dejar constancia.
En busca de una vida mejor
Un niño de un año y medio llegó a la costa con su tía de 20. Salieron de Bossaso con la madre del niño, de 24 años, tras viajar desde la región Oromo de Etiopía hasta el norte de Somalia en busca de una vida mejor en Yemen.
La tía del niño buscó a su hermana por el barco en vano ya que, al parecer, no sobrevivió tras ser forzada a arrojarse al agua. Siete horas más tarde, los pescadores yemeníes encontraron a la madre del niño milagrosamente viva en el agua.
«El barco estaba muy lleno», explicó la chica. «No teníamos ni agua ni comida. Sólo los traficantes tenían. Si te movías te pegaban. Si alguien se muere en el barco lo tiran por la borda. Yo vi como tiraban a alguien al mar».
Veinticuatro horas después de su odisea estaba confundida, exhausta y casi no podía ni caminar. «Ayer estaba en el mar», susurró. «No sé como me salvé. Hasta hoy no podía hablar. No sé donde estoy ahora mismo pero me gustaría ir a Yemen».
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Desde principios de 2008,los equipos de MSF en el sur de Yemen han asistido a más de 8,000 personas que han llegado en barco. A los sobrevivientes se les ofrece asistencia médica inmediata en la playa y ropa seca, agua y comida enriquecida. Más tarde son transportados a un centro de recepción de Naciones Unidas en la ciudad de Ahwar, donde MSF gestiona una clínica y proporciona servicios de consejo psicológico. MSF empezó su proyecto en el sur de Yemen en septiembre 2007.
En Junio 2008, MSF publicó un informe titulado, «Sin otra Opción,» que documenta las condiciones de este peligroso viaje a Yemen y pide una mayor asistencia para miles de refugiados, solicitantes de asilo y migrantes que huyen de sus países.