Una serie de ataques aéreos lanzados el lunes 7 de mayo por la mañana por la Coalición liderada por Arabia Saudí y Emiratos golpearon los alrededores de una concurrida calle en el corazón de Saná, la capital yemení.
En concreto, los bombardeos alcanzaron la Oficina Presidencial de Yemen, ubicada cerca de un hotel, farmacias, un banco y varias tiendas, y provocaron múltiples víctimas con al menos 72 heridos y seis muertos, según el recuento de dos hospitales que apoyamos en la zona.
“Civiles, incluidos niños, fueron asesinados y mutilados porque estaban en el lugar equivocado en el momento equivocado”, lamenta João Martins, nuestro coordinador en Yemen. “Nadie debería vivir con miedo a ser bombardeado en su vida cotidiana pero, una vez más, vemos a civiles víctimas de ataques aéreos luchando por sobrevivir en los hospitales”.
Según explica uno de nuestros equipos que estaba visitando uno de los hospitales en el momento del ataque, los bombardeos ocurrieron en un breve intervalo. Las víctimas fueron llevadas inmediatamente a hospitales cercanos, incluidos los de Al Yumhuri y Al Thaura, ambos apoyados por nuestra porganización MSF.
De acuerdo con informes médicos, hay heridas moderadas y críticas a causa de metralla. Un niño figura entre los fallecidos y tres menores más entre los heridos.
“Algunos de los heridos llegaron en ambulancia, otros en motocicleta”, relata el doctor Abdulfatá al Alimi, nuestro coordinador médico, quien acudió al hospital de Al Yumhuri poco después del primer bombardeo.
“Algunos pacientes sufrían traumatismos craneales. Otros tenían heridas de metralla en sus piernas. Había todo tipo de heridas. Vi a una chica joven intentando entrar en la sala de urgencias; no sabía si encontraría a su padre vivo o muerto”.
Ambos hospitales tenían suministros que habíamos provisto pero el material se agotó rápidamente mientras los médicos atendían el flujo de heridos.
Poco después, enviamos material adicional a ambas instalaciones, así como a un psicólogo para ofrecer apoyo en salud mental a los pacientes y sus familias en Al Yumhuri.
En pleno día a día
En el momento del ataque, los heridos estaban enfrascados en su rutina diaria. Shehab, una estudiante de 17 años, caminaba a casa desde el instituto, justo después de haber acabado su examen. Sufrió una gran pérdida de sangre.
Akram, un barrendero de 19 años, sufrió heridas en su cabeza.
Dawood, un hombre, estaba comprando medicamentos en una farmacia local cuando fue herido por el ataque.
Hussein, un trabajador de un café de 30 años, resufrió heridas de metrallas en su cabeza, mano y espalda. “Había ido al trabajo a recoger mi abono de transporte. En el camino, tuvo lugar el bombardeo y resulté herido. No sé qué ha sucedido con el resto de mis compañeros de trabajo”, dijo.
El martes 8 de mayo por la mañana, el personal médico de los dos hospitales todavía seguía tratando pacientes heridos por el ataque. “Cuando ocurren este tipo de ataques con múltiples víctimas, se pone en relieve la fragilidad del sistema de salud de Yemen y su crucial importancia para los civiles atrapados en este conflicto”, confiesa al Alimi.
Somos una organización internacional médico-humanitaria independiente que trabaja en 13 hospitales y centros de salud en Yemen y damos apoyo a más de 20 hospitales o centros de salud en 11 gobernaciones: Taiz, Adén, Ad Dalí, Saada, Amran, Hajjah, Ibb, Saná, Abyan, Shabwa and Lahj.