La organización ayuda a centros de salud de varias ciudades para atender el creciente flujo de heridos durante los enfrentamientos y está preparada para ampliar sus actividades en caso necesario. Los proyectos médicos en la capital, Saná, y en otras zonas del país siguen adelante.
Desde el inicio de las manifestaciones el pasado mes de enero, los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Yemen han estado siguiendo muy de cerca la situación. En Saná, la capital, así como en Adén, Taizz, Al Hudeida y Hajja, MSF está en contacto tanto con las autoridades yemeníes como con los comités médicos creados por los manifestantes.
Nuestros equipos han visitado con regularidad una decena de centros médicos, incluidos hospitales de campaña montados por los manifestantes, en Saná, Taezz, Adén y otras localidades, para prestar apoyo y atender a los heridos, explica el Dr. Vipul Chowdhary, representante de MSF en Yemen. Ya sea en centros públicos, privados o de campaña, en las principales zonas donde hay manifestaciones, los equipos médicos son muy competentes y están comprometidos con su trabajo. En general las estructuras de salud están bien provistas, tanto de recursos humanos como de suministros médicos.
En Saná, Adén y Taizz, MSF ha donado materiales a varios centros que han recibido una gran afluencia de heridos y colabora activamente en la evacuación médica y la referencia de heridos graves a hospitales. Teniendo médicos, cirujanos y anestesistas sobre el terreno, MSF está preparada para ampliar sus actividades de socorro en caso necesario.
Proyectos de MSF en todo el país:
En el norte, donde los disturbios siguen afectando el acceso a la atención médica de los más vulnerables, MSF está presente en las gobernaciones de Saada, Amran y Hajja. Aunque la guerra entre el gobierno y el grupo rebelde Al-Houthi terminó oficialmente hace más de un año, sigue habiendo brotes de violencia en las áreas del norte, afirma el Dr. Chowdhary. Esto tiene un doble impacto sobre el acceso de la población a los servicios de salud. Por un lado, los enfrentamientos a menudo provocan cortes de carreteras y hacen más lento el restablecimiento de un sistema de salud ya dañado por la guerra. Por otro, miles de personas desplazadas no pueden o no quieren regresar a sus lugares de origen por miedo a la violencia o a las represalias.
En la gobernación de Saada, MSF da apoyo a hospitales rurales en Al Tal y en Razé, y a otro centro hospitalario de la ciudad de Saada, ayudando a ofrecer atención médica y quirúrgica gratuita a la población local y desplazada. En 2010, los equipos de MSF también colaboraron en una campaña de vacunación de sarampión a gran escala, en la que unos 120.000 niños fueron inmunizados contra esta enfermedad.
En la gobernación de Hajja, MSF ha ampliado sus actividades en Harad para dar un mayor acceso a la población desplazada a servicios de salud como consultas generales, atención materna y reproductiva, hospitalizaciones, rehabilitación nutricional, cirugía y apoyo psicosocial.
En las localidades de Khamir y Huth, gobernación de Amran, MSF inició una intervención en abril de 2010 para responder a las necesidades médicas de decenas de miles de desplazados que huían de los intensos combates en Saada. Posteriormente, el equipo extendió su cobertura a la población local, ofreciendo servicios de urgencias y cirugía. En 2010 se atendieron casi 10.000 urgencias y en los últimos tres meses del año se llevaron a cabo más de 400 intervenciones quirúrgicas, de las que 100 estaban relacionadas con la violencia.
En la gobernación de Lahij, al sur de Yemen, un equipo de MSF da apoyo al hospital de distrito de Radfan para cubrir las necesidades de la población afectada por los disturbios. Entre julio y diciembre de 2010, más de 5.000 personas fueron atendidas de urgencia y se realizaron 392 intervenciones quirúrgicas.
En Saná, la capital yemení, MSF trabaja en colaboración con las autoridades de salud para mejorar el tratamiento del VIH/sida y reducir el estigma en torno a esta enfermedad.
La organización reafirma su compromiso con la población de Yemen y su intención de ofrecer asistencia médica y humanitaria en el país, basándose exclusivamente en la evaluación imparcial de las necesidades.
Médicos Sin Fronteras no acepta fondos de ningún gobierno para realizar su trabajo en Yemen, que se financia únicamente con las aportaciones de socios y donantes privados.