Las organizaciones locales e internacionales intensifican la distribución de agua clorada en las zonas afectadas por la epidemia.
Desde el 12 de octubre de 2010, Médicos Sin Fronteras (MSF) ha tratado a 62.000 personas con síntomas de cólera en Haití. Cada día, los equipos de MSF, formados por 4.000 trabajadores haitianos y 315 internacionales, ven a 2.000 pacientes en los 47 centros y unidades de tratamiento del cólera repartidos por todo el país.
El número de pacientes admitidos en las estructuras de MSF en Puerto Príncipe se ha estabilizado con una media de 385 ingresos diarios esta semana. En la capital, MSF ha tratado a más de 15.000 personas con síntomas de cólera desde que se declaró la epidemia. El departamento de Artibonite es el foco epidémico más importante hasta la fecha, con un total de más de 23.000 personas tratadas. Allí, la tendencia apunta también a la estabilización. Esta semana, unas 1.000 personas han sido admitidas en las estructuras de MSF en este departamento.
La epidemia se expande en el norte
Sin embargo, en las ciudades y zonas rurales del norte y del noroeste del país la epidemia sigue avanzando de forma implacable. En el trascurso de la última semana, más de 4.000 pacientes han sido tratados en el único departamento del norte y 1.100 en el departamento del noroeste. Los equipos de MSF multiplican las unidades y centros de tratamiento e instalan puntos de rehidratación. El reto es sobre todo logístico, puesto que el acceso a las regiones afectadas resulta extremadamente difícil.
En el sur, la epidemia experimenta un claro avance con un total de 475 personas tratadas desde el principio (439 solamente en estos siete últimos días). En Jacmel, en el departamento del sudeste, la unidad de tratamiento de cólera de MSF tiene una capacidad de 50 camas y a día de hoy recibe un centenar de pacientes cada día. Nuestro equipo ha tenido que hacer frente a una afluencia de 260 pacientes en un solo día. Había gente por todas partes. Enfermos, sus familias, hasta varios centenares de personas en el mismo centro de tratamiento, explica la Dra. Loreto Barceló, coordinadora de MSF en Jacmel. Hemos tenido que colocar hasta cuatro pacientes en una sola cama, intentando salvar el máximo de pacientes antes de la llegada de más refuerzos. Hoy, ha llegado una veintena de enfermeros de refuerzo y hemos abierto un nuevo centro de tratamiento con una capacidad de 100 camas, lo que nos permite gestionar la situación.
Esta semana se han instalado nuevas estructuras de tratamiento de cólera en Pignon, St Raphaël, Ranquitte (Norte), Gaspard (Noroeste), y Jérémie (Grande Anse). Mientras la epidemia sigue su avance implacable, la respuesta de las organizaciones locales e internacionales sigue siendo insuficiente.
La prioridad es tratar a los pacientes
Varios de los actores han anunciado la posibilidad de lanzar una campaña de vacunación. Kate Alberti, epidemióloga, muestra su asombro ante esta iniciativa en las circunstancias actuales: «Hoy la epidemia afecta al conjunto del territorio incluyendo las zonas más remotas. No es el momento de llevar a cabo una campaña de vacunación. La prioridad es tratar a los pacientes, permitir el acceso al agua clorada y mejorar las medidas de higiene para evitar que otras personas se contagien». Y añade «En un futuro, consideraremos la vacunación como una opción para inmunizar a la población y limitar la aparición de una nueva epidemia».
MSF trata a las víctimas de la violencia pre-electoral
Tras los episodios de violencia pre-electoral desencadenados en Puerto Príncipe y muchas otras ciudades del país entre el 7 y el 12 de diciembre, MSF se ocupó de 96 heridos, de los cuales 38 presentaban heridas de bala. Cuatro personas fallecieron a consecuencia de sus heridas. MSF dispone de material quirúrgico y de equipos médicos en el seno de seis estructuras en Puerto Príncipe y dos en la región y la organización está preparada para recibir a más heridos. A pesar de la inseguridad, los equipos de MSF han conseguido asegurar la continuidad de las actividades médicas, incluyendo la respuesta a la epidemia de cólera y el tratamiento de los heridos a causa de la violencia.