El 11 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la pandemia de COVID-19. Como organización médico-humanitaria de emergencia, Médicos Sin Fronteras (MSF) tiene experiencia trabajando con enfermedades endémicas y epidémicas, especialmente con las poblaciones que tienen un sistema de salud muy débil, poca inmunización (poca cobertura de los planes de vacunación) o se encuentran pasando por un conflicto armado o desastre natural.
Un año después de estar en la primera línea respondiendo al COVID-19, queremos compartir diversos aprendizajes.
Debemos garantizar que las herramientas médicas sean accesibles, asequibles y estén disponibles para todas las personas
La pandemia no se acabará hasta que todas las personas del mundo accedan a las herramientas médicas necesarias para tratar el COVID-19. Una opción para lograr que esto suceda es que los gobiernos exijan la exención de patentes mientras dure la pandemia y hasta que se logre la inmunidad colectiva. Al suspender temporalmente la propiedad intelectual se daría entrada a más fabricantes y permitiría aumentar la producción de métodos de diagnóstico, tratamientos y vacunas. Desde MSF impulsamos una campaña de firmas para pedir que los gobiernos no obstaculicen la supresión de patentes mientras dure la pandemia.
Lamentablemente, todavía estamos lejos de lograr la distribución equitativa de las herramientas médicas. En febrero de 2021, el Secretario General de la ONU, António Guterres, calificó la distribución de las vacunas del COVID-19 de «tremendamente desigual e injusta». Solo 10 países de altos ingresos han administrado el 75% de todas las vacunas, mientras que más de 130 países no han recibido ni una sola dosis. En línea con esta tendencia inaceptable, 1.439 millones de dosis de la vacuna de Johnson & Johnson ya están comprometidas en acuerdos de compra anticipada, la mayoría de las cuales (56%, 801 millones) están concertadas con países de ingresos altos.
La pandemia tiene impacto en otras campañas de vacunación
La escala masiva de las campañas de vacunación contra el COVID-19 implica otro riesgo: la escasez de suministros como viales, jeringuillas, agujas, equipos de protección personal, espacio de almacenaje en cadena de frio y otros artículos. Si todos estos materiales y recursos humanos se utilizan para la vacunación contra el nuevo coronavirus, los programas de inmunización contra otras enfermedades pueden verse comprometidos. Esto debe evitarse.
También nos preocupa que los bloqueos y restricciones actuales en varios países, la concentración de todos los esfuerzos en el COVID-19 y la reasignación de recursos tengan un efecto negativo en otras vacunaciones. La interrupción de las campañas de inmunización de rutina y de la vigilancia de las enfermedades prevenibles por vacunación, así como la suspensión de las actividades de vacunación suplementarias planificadas pueden dar lugar a una creciente brecha de inmunización en muchos países. Esto podría conducir a la reaparición de otras enfermedades y aumentar el riesgo de brotes de enfermedades como el sarampión o la meningitis entre otros.
La importancia de cuidar la salud mental
El COVID-19 ha impactado enormemente en la vida de millones de personas en todo el mundo. Desde que estamos en pandemia, todo el mundo experimentó un duelo inesperado en el que perdimos algo: desde la “normalidad” al cambiar el mundo súbitamente de un día a otro, hasta en los casos más trágicos, el fallecimiento de los seres queridos. Los sentimientos que causan los duelos relacionados con la pandemia son unas de nuestras preocupaciones, pero también los retos presentados por el aislamiento. Trabajamos a diario para buscar y ofrecer nuevas maneras de tratamiento.
Los peligros del COVID-19 en la salud de las mujeres y la importancia del autocuidado
La pandemia de COVID-19 ha tenido impactos secundarios potencialmente catastróficos en la salud de mujeres y niñas en todo el mundo, incrementando su exclusión a los servicios de salud sexual y reproductiva, lo que amenaza con un fuerte aumento de la mortalidad materna y neonatal. En varios países donde MSF tiene actividades, se pudo observar que la salud de las mujeres se vio afectada durante la pandemia por cierres y recortes en los servicios de salud sexual y reproductiva, restricciones de movimiento, incluidas las prohibiciones de viaje, bloqueos y toques de queda; interrupciones de la cadena global de suministros y falta de información y orientación clara sobre salud pública.
Siguen siendo fundamentales las medidas de protección y prevención, como tapaboca y distanciamiento social
Es muy importante seguir las recomendaciones y protocolos del Ministerio de Salud para detener los contagios y proteger al personal sanitario. Además:
- La higiene de manos es primordial, así que se recomienda lavárselas frecuentemente con agua y jabón. Usá suficiente jabón y asegurate de lavar todas las partes de ambas manos. Si no hay disponible agua y jabón, un gel a base de alcohol también es buena opción.
- Medidas de higiene respiratoria: si tosés o estornudás, cubrite la boca y la nariz con un pañuelo de papel o con la parte interior del codo.
- Se aconseja el distanciamiento social de entre 1 y 2 metros. Mantener la distancia frente a otros puede prevenir infecciones. Deben evitarse las reuniones de personas.
- No compartir artículos personales (bombillas, vasos, platos o cubiertos) y ventilar los ambientes.
- En todos los casos, es necesario obtener información correcta de fuentes confiables y oficiales, debido a que la información falsa que circula no ayuda a controlar la epidemia.